Datos interesantes de esta
pintura, al ser hecha fuera del país solo con ciertas características de
descripción oral dadas al autor. En la obra se refleja como la imaginación del
pintor pensaba nuestro país. Una capital rodeada de costas, con cafetales en la
playa y al mismo tiempo el desarrollo del cultivo del banano. Algo que llama
mucho la atención es la manera en que el hombre carga el racimo de plátano, ya
que este debe cargarse hacia abajo y no hacia arriba porque de lo contrario el
racimo se abre y queda desarmado. La vestimenta de los personajes fina,
elemento contrario a la manera en que visten los campesinos en el país. Estas
son solo unas cuantas observaciones contrarias a la realidad del país respecto
a la obra de arte.
Posteriormente, esta obra estaba
al alcance de un billete de 5 colones.
La construcción del teatro dura 7 años, entre 1890 y 1897. El proyecto
se financia gracias al impuesto del café, producto principal de exportación en
el país. El estilo al que pertenece su arquitectura es neoclásico con
influencia barroca, se utilizaron mármoles italianos y las vidrieras, metal y
oro fueron traídos desde Francia. Respecto a la cubierta metálica del techo,
esta fue hecha en Bélgica.
Esta obra
estuvo a cargo de Nicolás Chavarría Mora. Fue director de la Dirección General
de Obras Públicas desde 1890 a 1894. Destaca también la Penitenciaría Central y
la antigua Biblioteca Nacional.
Respecto a
los planos del teatro, muchos piensan que fueron traídos de Europa pero, en
realidad, estuvieron elaborados por el equipo de la Dirección General de Obras.
El teatro está decorado con tres hermosas esculturas en la parte
superior y representan de derecha a izquierda
la danza, la fama y la música. Actualmente, las que vemos son réplicas
de las originales que se encuentran adentro para que no se afecten con la
contaminación. Las dos de los lados en la entrada principal son
representaciones del escritor Pedro Calderón de la Barca y del compositor
Luwing Van Beethoven.
Para el año 1997, la escultura “El Flautista” es
donada por el escultor costarricense de la provincia de Heredia de apellido
Jiménez. En el 2010, se concluyó la última restauración hasta el momento,
gracias a la ayuda de España, Alemania y la empresa Holcim.
Fue declarado Monumento Nacional el 24 de
diciembre de 1965 según la ley N°3632.
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